Esa noche, el Sol nunca amaneció.
El paso de las horas enfrió nuestras esperanzas; el miedo a la luz, con el paso del tiempo, se convirtió en parte del instinto.
El hombre nuevo no es capaz de imaginar que este cielo negro cachimba, alguna vez fue celeste.
El hombre nuevo le teme al espejo, es su propia sombra; es la utopía de todo enemigo.
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